Una de las cuestiones que genera más preocupación entre aquellos que están pensando en participar en alguna oposición europea es la posibilidad de aprobar la oposición pero no acceder a una plaza. Esta es una posibilidad real (al contrario de lo que sucede en las oposiciones españolas aprobar no implica la obtención automática de una plaza), pero que poco a poco se va reduciendo.
Es importante tener en cuenta que hay diversos tipos de oposiciones europeas y que eso también se refleja en las posibilidades de ser contratado una vez aprobada la oposición. Mientras en los puestos de funcionariado (administradores o asistentes) el porcentaje de candidatos dentro de una lista de aprobados suele ser superior al 80% en otro tipo de oposiciones, como las de agentes contractuales, ese porcentaje suele ser más reducido.
Ello se debe a que por la propia naturaleza temporal de los agentes contractuales es conveniente disponer de una lista que sea dinámica y que supere las necesidades reales de personal de las instituciones.
De cualquier forma, hay excepciones en uno y otro sentido… y la oposición de la que hoy vamos a hablar, la EPSO/CAST/S/8/2014 para conductores, se trata de una excepcional excepción.
Según la propia convocatoria, el número de aprobados de acuerdo a las necesidades de personal en ese ámbito debía ser aproximadamente 93.
2.357 candidatos se inscribieron a la oposición, entre los cuales se seleccionaron los 240 mejores curriculums para llevar a cabo el examen de aptitud. Este número se ajusta perfectamente al texto de la convocatoria, donde se señalaba que el número de invitados a la segunda fase sería “aproximadamente igual a 2,5 veces el número de candidatos pedidos por las instituciones”.
Lo que resulta realmente sorprendente es que de esos 240 seleccionados tan solo 11 han sido capaces de superar el examen de aptitud, el cual constaba de una prueba teórica y dos prácticas.
Gráficamente los 2.357 inscritos se dividen de la siguiente forma:
Es decir, 2.117 no superaron la primera fase, 229 no superaron la segunda, y tan solo 11 consiguieron superar la totalidad de las pruebas.
Es decir, menos del 0,5% de los inscritos lograron aprobar la oposición.
Es decir, tras valorar miles de curriculums y organizar (muy) costosas pruebas para más de doscientos conductores, no se han cubierto ni tan siquiera una octava parte de las necesidades de personal previstas por las instituciones.
¿Es esto normal?
A nosotros no nos lo parece. Ya hemos señalado en otras ocasiones en las que no se ha cubierto el número de aprobados señalado en la convocatoria que, por encima de las posibles deficiencias del procedimiento de selección o de las carencias de los propios opositores, lo que posiblemente está situación refleja es un cambio en las necesidades de personal producido con posterioridad a la convocatoria.
En este caso la diferencia es exagerada y el tiempo que ha mediado entre la convocatoria y la finalización de la oposición no ha sido excesivamente largo. ¿Qué ha sucedido entre medias? ¿Se han eliminado o limitado el uso de conductores? ¿Se han externalizado ciertos servicios?
No lo sabemos.
Lo que sí sabemos es que ante situaciones como la de esta oposición EPSO debería dar una explicación, no tan solo por los opositores que han participado en la misma y que pueden sentirse (justificadamente) defraudados sino también por la obligación que tiene EPSO ante todos los ciudadanos europeos de justificar que su presupuesto se gasta convenientemente… lo cual en este caso resulta bastante discutible.
Lo que también sabemos (volviendo al tema con el que iniciábamos la entrada) es que los once conductores que se encuentran en la lista de aprobados tienen casi el 100% de posibilidades de ser contratados por las instituciones europeas o, dada la evidente dificultad de las pruebas, por cualquier escudería de alta competición.