¿Por qué hacer una oposición europea? (y II)

Si en la anterior entrada explicábamos alguna de las razones que nos pueden servir de motivación para trabajar para la UE (y, consecuentemente, para preparar y presentarnos a una oposición europea) hoy vamos a intentar analizar la oposición europea en sí para ver que ventajas o inconvenientes tiene en comparación con otro tipo de oposiciones.

¿Es muy difícil el temario?

No solo no es muy difícil… es que no hay temario.
De forma diferente a lo que sucede en la mayoría de las oposiciones españolas (nacionales, regionales, municipales…) la oposición europea no está basada en conocimientos sino en capacidades… y entre las capacidades que se puntúan no está la de memorizar un temario o un manual de 500 páginas. La prueba inicial, la que produce el mayor descarte de candidatos, se basa principalmente en tres test que miden las capacidades de lectura, de cálculo simple y de razonamiento abstracto (próximamente explicaremos todas ellas).

 

¿Hay que dedicar mucho tiempo a prepararlas?

No. En realidad es una continuación de la pregunta anterior. Dado que no hay un temario que estudiar no es necesario dedicarle horas y horas de estudio. Es necesario familiarizarse con las preguntas tipo test que se nos plantearan y tratar de desarrollar capacidades y habilidades para resolverlos correcta y rápidamente.

Con este formato de examen la UE pretende atraer a trabajadores que, aunque cuentan con una valiosa experiencia profesional, carecían del tiempo necesario para preparar oposiciones basadas en un temario interminable.

 

¿Tengo que ir a Bruselas para hacer el examen?

No (aunque ojalá que sí). La primera fase del examen (los test) se puede hacer en cada uno de los países miembros de la UE, en España hay dos centros, uno en Madrid y otro en Barcelona… en cambio si pasas esa primera fase te ganarás un viaje con todos los gastos pagados a Bruselas para hacer allí la segunda parte de la oposición.

 

¿Tengo que pagar algo para inscribirme en las oposiciones?

No, todo el proceso es completamente gratuito. Eso sí, la inscripción incluye muchas preguntas que exigen un poco de tiempo… ya hablaremos de eso también.

 

¿Tengo que ser casi bilingüe o hablar muchos idiomas para pasar la oposición?

No. De hecho la primera fase de la oposición se puede hacer en español. Esta es una modificación iniciada en 2010 que, sin embargo, no se aplicó a las oposiciones de nivel AD5 que se celebraron en abril/mayo. Las últimas oposiciones sí que han incluido esta posibilidad y los test pueden llevarse a cabo en cualquiera de las 23 lenguas oficiales de la UE. Esta será la regla a partir de ahora (salvo para exámenes específicos para lingüistas, que pueden tener exigencias especificas relativas a los idiomas).

Pero siendo realistas, el hecho de que la primera fase pueda hacerse en español no quiere decir que pueda conseguirse una plaza sin hablar otro idioma. La segunda fase se llevará a cabo en un segundo idioma que puede ser inglés, francés o alemán.

 

Bueno, estas son algunos puntos positivos que tienen las oposiciones a la Unión Europea (la motivación es lo primero), intentaremos profundizar en alguno de ellos y también explicar las dificultades, que haberlas haylas.

Pero eso para otro día, que hoy ya es tarde.

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