Ayer EPSO dio a conocer el número de candidatos inscrito en las oposiciones para juristas-lingüistas en las diversas oposiciones convocadas este año. Ya señalamos que este año no había fueron convocadas plazas en español, pero aun así resulta interesante analizar las oposiciones para lingüistas porque permiten análisis en términos nacionales que no son posibles en el resto de oposiciones, donde los datos no incluyen referencias a la nacionalidad de los candidatos.
Para ser exactos, tampoco estas oposiciones incluyen referencia a su nacionalidad, sino a sus conocimientos lingüísticos, pero es evidente que (sobre todo en lenguas minoritarias) el perfecto dominio exigido en las mismas hace que la inmensa mayoría de los candidatos provengan de un país donde esa lengua sea oficial.
En resumen, que la mayoría de los lingüistas de lengua letona son también letones.
En este caso además hay un segundo filtro, ya que se exige que el título en derecho lo sea en el derecho de ese específico país. Siguiendo con el ejemplo, no solo es necesario hablar perfectamente letón sino también haber estudiado derecho en una Universidad de Letonia.
El número de candidatos inscritos en cada una de las oposiciones es el siguiente. Dado que unas oposiciones se organizan para cubrir bajas en el Consejo y Parlamento (en naranja) y otras en el Tribunal de Justicia (en azul), hay idiomas (alemán y neerlandés) que están repetidos.
Como vemos, existen notablemente entre los distintos idiomas. Siendo el danés y el letón los idiomas con menos candidatos y portugués y alemán los que cuentan con un mayor número.
Ello genera diferencias igualmente notables a la hora de establecer las posibilidades que cada candidato tiene de superar la oposición:
Mientras en gaélico, danés y letón las posibilidades de aprobar son muy altas (sobre todo si tenemos en cuenta que el número de participantes puede ser inferior al número de inscritos), en el resto las posibilidades están entre el 3 y el 7%.
Aunque hablemos de idiomas y titulaciones, no cabe duda de que dentro de este tipo de oposiciones se producen diferencias importantes entre los candidatos dependiendo de su nacionalidad que pueden responder a razones diversas:
- Alemán: el alto número de candidatos encuentra explicación en la amplia población de Alemania que, en este caso, se ve ampliada porque la titulación solicitada no se limitaba a las universidades alemanas sino también a las austriacas.
- Inglés: a pesar de lo dicho al inicio, en este caso el número de no-nacionales participando en la oposición sí que puede ser importante. No es infrecuente que otros europeos estudien derecho en universidades británicas y que al finalizar sus estudios dominen perfectamente el idioma inglés. Además, estos alumnos suelen tener una mayor movilidad que la de los propios británicos.
- Neerlandés: en este caso, junto a los nacionales de los Países Bajos, hay que tener en cuenta la amplia comunidad flamenca de Bélgica, la cual no solo se distingue por un amplio conocimiento de idiomas sino que también puede resultar especialmente atraída por la cercanía geográfica de la mayoría de las instituciones europeas.
- Portugués: el caso portugués es algo más complejo y puede responder a un cúmulo de circunstancias: un conocimiento de idiomas superior al de países de su entorno*, una historia ligada a la inmigración y un presente difícil debido a la crisis, pueden servir para explicar este “europeismo laboral”.
En términos absolutos el número de candidatos en lengua portuguesa es muy superior, por ejemplo, al de daneses o letones. Aunque la población de Portugal es mayor a la de esos países, también en términos relativos la participación es notablemente superior, como vemos en el siguiente gráfico que muestra el número de candidatos por millón de habitantes.
En definitiva, resulta evidente que no todos los europeos están interesados en las oposiciones europeas de la misma manera. Las razones son de muy diversa índole: profesionales, geográficas, lingüísticas, históricas, salariales, climatológicas… lo importante, sin embargo, es que todas ellas pueden ampliadas o, por el contrario, contrarrestadas por las motivaciones personales.
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* Efectivamente, estabamos tratando ser politicamente correctos, hablando de Portugal el único país de su entorno es España.