EPSO ya se ha puesto en contacto con los candidatos que habían accedido al Assessment Centre la fecha en la que deberán llevar a cabo las pruebas. El periodo completo de exámenes va del 8 al 28 de julio.

Teniendo en cuenta que la notificación se llevó a cabo el 18 de junio, podemos decir que EPSO ha vuelto a incumplir el plazo de tres semanas que debe mediar entre la invitación y la celebración de las pruebas. Al menos con los candidatos que han sido invitados para el primer día.

Es verdad que el incumplimiento ha sido “por poco”, sin embargo resulta sorprendente que, conociendo el número y el nombre de los candidatos que habían superado la primera fase de la selección con suficiente antelación, EPSO no haya sido capaz de actuar con la suficiente diligencia para cumplir con sus propias reglas.

La nota de corte y el número de aprobados se hicieron públicos el 12 de junio y lo imaginable es que EPSO conociera esas cifras con mucha más antelación. ¿Por qué entonces esperar varios días más a enviar la invitación a los candidatos?

Recordemos que el plazo de tres semanas es un plazo mínimo y que lo deseable es que EPSO comunique las fechas de los exámenes con la mayor prontitud posible y sin necesidad de esperar a que falten tres semanas para el comienzo de las pruebas;  sin embargo, una vez que se ha autoimpuesto un plazo mínimo, lo mínimo es precisamente cumplirlo… sobre teniendo en cuenta que no ofrece a los opositores ninguna posibilidad de reclamación en caso de incumplimiento.

No todos los opositores gozan de las mismas facilidades para acudir a dichos centros y no solo se trata de diferencias “geográficas”, sino también de las dificultades que ciertos opositores se encuentran a la hora de disponer de días libres para acudir al examen.

Aumentar el número de centros de exámenes es una medida compleja y costosa, actuar diligentemente e intentar facilitar el desplazamiento de todos los opositores anunciando las fechas con una mayor antelación no debería serlo.