Trinchando la Unión Europea
Es frecuente oír hablar de las ventajas de trabajar en Europa, de lo que ganan los funcionarios europeos y de lo latosos que son los burócratas de Bruselas. Todavía hay quien habla (y escribe) de las bondades o, más frecuentemente, de las perversidades de la Comunidad Europea (término destinado a desaparecer… por cierto, otro tema para ser tratado próximamente: las dificultades del eurovocabulario).
No es nuestra abuela o nuestro cuñao el que no sabe muy bien qué es la Unión Europea, son políticos, periodistas… o incluso opositores UE o ueopositores o europositores (de alguna forma nos tenemos que llamar, no vamos a decir que somos “aspirantes a superar un proceso de selección que conlleva la adjudicación de un empleo, plaza o cargo dentro del organigrama de la Unión Europea”, el correctismo en el eurovocabulario tiene sus límites… sí, ya se que ni correctismo ni eurovocabulario estan en el diccionario).